En un alarmante suceso que ha estremecido a la comunidad internacional, nuestra organización “1800 Migrante” denunció el secuestro de 95 migrantes ecuatorianos en el estado de Chiapas, México.
Según William Murillo, nuestro portavoz, los captores contactaron a los familiares de los secuestrados, exigiendo un rescate a cambio de su liberación, añadiendo un componente de terror a esta desgarradora situación.
Los detalles que emergen de este incidente revelan un modus operandi escalofriante. El secuestro no fue un acto violento aislado, sino un plan meticulosamente organizado. El lugar donde fueron retenidos servía como una casa de seguridad para diversos coyoteros de diferentes nacionalidades, quienes marcaban a los migrantes con sellos distintivos en sus brazos, según el grupo al que “pertenecían”. Se tomaban fotografías y se realizaban grabaciones diarias para mantener una vigilancia constante sobre ellos.
El horror se acentúa al conocer que varios de los secuestrados, especialmente los ecuatorianos, llevaban más de un mes cautivos en este lugar, provenientes de diversas regiones de su país. Además de los 95 ecuatorianos, también se encontraban retenidos 10 migrantes de otras nacionalidades, incluyendo cubanos, haitianos y centro americanos.
Entre los secuestrados se contabilizaban seis niños que estaban acompañados por sus familias. Las fuerzas armadas tenían conocimiento previo del gran número de migrantes en la zona, lo que suscita interrogantes sobre la falta de acción preventiva para evitar este atroz acto.
Aunque algunos de los migrantes ecuatorianos han sido liberados, la incertidumbre y el miedo persisten. Los familiares han recibido videos violentos como advertencia de represalias si denuncian el secuestro. Es especialmente alarmante la presencia de individuos con acento venezolano en los audios de extorsión, lo que sugiere la posible implicación de redes criminales internacionales en este caso.
Desde “1800Migrante”, instamos a las autoridades mexicanas a tomar medidas inmediatas para esclarecer este horrendo crimen y garantizar la seguridad de los migrantes que transitan por su territorio. Es imperativo que se brinde apoyo y protección a las víctimas y sus familias en este momento de profunda crisis humanitaria.
Ante los hechos, las autoridades mexicanas correspondientes, deben aclarar porque realizaron un operativo de rescate si ya sabían que no encontrarían migrantes
Les compete investigar cómo o quién ayudó a filtrar la información a los delincuentes y usar todo el peso de la ley para evitar que esos malos elementos contaminen los esfuerzos de las autoridades para luchar contra el tráfico ilegal de migrantes
¿Qué sucedió con las investigaciones al número de teléfono que le entregaron a las autoridades mexicanas y que podrían dar pistas concretas sobre los secuestradores? ¿Qué pasó con las cámaras de video vigilancia que existían en la casa que fue intervenida?
Finalmente, exigimos de las autoridades de Chiapas, expresar disculpas públicas a la sociedad mexicana y al gobierno de Ecuador por engañar con acciones ineficientes e informes falsos a este gobierno, con el único objetivo de desacreditar información veraz que opaca aún más su desgastada imagen institucional.
Este caso es un ejemplo lamentable de que el estado de Chiapas en México vive su peor momento porque está perdiendo terreno y control ante el crimen organizado, las mafias, y los narcos coyoteros.
Para conocer más sobre este caso y si requiere asesoría legal por asuntos migratorios en Estados Unidos, contáctenos para asesorarle.